A pesar de que los gobernantes del mundo se jactan sobre el "progreso", el planeta no está en buena forma.
En todas partes los mismos procesos se repiten, es decir, los ricos cada vez más ricos, la creciente inseguridad y a la gente de clase trabajadora que le dicen que se apriete el cinturón, con la esperanza de obtener la mermelada mañana. Que mañana y cuanto de mermelada… no se especifica!
La crisis es más dura en lo que los medios de comunicación occidentales llaman los “países menos desarrollados”, en realidad el mundo neo-colonial. Es decir, los países que han ganado su independencia de los imperios antiguos, pero que todavía están dominados por las grandes potencias imperialistas. Hoy en día el 20% de los niños del mundo no asisten a la escuela y hay 250 millones de niños que trabajan. Oficialmente 840 millones de personas, el 20% de la población mundial, no tiene suficiente para comer.
Pero esto no tiene por qué suceder. Incluso el Banco Mundial dice que "el hambre es en gran medida una función de la pobreza". Sin embargo, es el mismo sistema que el Banco Mundial defiende y promueve, el que produce esta situación.
Las cifras de las personas que viven con una renta de menos de 1 dólar al día son impresionantes. En el sur de Asia el 43% de la población, 515 millones de personas, están en este nivel. En el África subsahariana, las cifras son 219 millones y en América Latina 110 millones; respectivamente, el 39% y el 24% de la población de estos dos continentes. Incluso en el este de Asia y el Pacífico, hogar de la “economía del Tigre”, 446 millones de personas o el 26%, tiene estos bajos niveles de ingreso.
En noviembre de 1996 la Cumbre Mundial sobre la Alimentación dijo que la solución era "a través de un justo y orientado sistema de comercio mundial, en base al mercado". Pero la experiencia demuestra que el sistema de mercado no puede proporcionar un pleno y seguro desarrollo. Incluso en los países industrializados hay salvajes oscilaciones de la economía, por ejemplo, en el mes de enero de 1997 medio millón de alemanes oficialmente perdió su puesto de trabajo. Auges en la bolsa de valores, como el actual, siempre proyectan la sombra de un colapso financiero futuro.
La economía de mercado funciona de una forma totalmente caótica. Ningún gobierno puede realmente planificarla, en el mejor de los casos ellos tratan de suavizarla. Los ciclos económicos de auge y crisis dominan, tanto en la economía real como en los casinos del mercado financiero. El afán de lucro significa que la producción no responde a las necesidades de la población, sino que a la obtención de ganancias. Para los patrones la mano de obra de la clase trabajadora, no es más que una mercancía que se puede comprar y vender, o simplemente tirar cuando ya no sea útil.
Si bien siempre ha habido una batalla por los mercados y mayores beneficios entre los líderes capitalistas, esta ha sido mucho mayor desde mediados de 1970. Una desaceleración de la economía mundial y la caída en la tasa de beneficios obligó a los patrones a lanzar un amplio ataque a los niveles de vida en los países capitalistas desarrollados. El resultado es que en estos países hay más de 30 millones de desempleados y 100 millones viven oficialmente bajo la línea de pobreza. Estos ataques han empezado ahora a extenderse a los 'Tigres' de la economía. En menos de dos generaciones, los surcoreanos han pasado de ser una gran sociedad campesina a una en que a los trabajadores se les habla sobre la necesidad de aceptar “flexibilidad” y menos seguridad.
Contra este telón de fondo la década de 1990 ha visto el inicio de una nueva ola de resistencia ante los ataques a los niveles de vida, pero también luchas por los derechos democráticos y contra los escándalos de corrupción, el racismo, el fascismo, la destrucción del medio ambiente y la opresión de las mujeres, las minorías y gays. Estas luchas han involucrado muy a menudo grandes capas de la clase trabajadora, los jóvenes y otros estratos de la sociedad.
En muchos países, los activistas de las distintas secciones nacionales del Comité por una Internacional de los Trabajadores han desempeñado una parte, a menudo importante, en estas luchas. Luchamos duramente para ganar las demandas de estas luchas, mientras trabajamos para ganar apoyo a las ideas del socialismo y construir un movimiento internacional.
Por un tiempo, una combinación de factores pareció haber socavado la idea del socialismo. Hubo desilusión debido al giro hacia la derecha, frecuentemente acompañado de corrupción masiva, en el Laborismo, la Socialdemocracia o los partidos "socialistas" en el gobierno.
El colapso de la Unión Soviética y la reintroducción del capitalismo en ese país, en Europa central y oriental, parecían mostrar el fracaso de 'socialismo real existente', aunque esos regímenes no eran democráticos ni socialistas. Si bien no tenían una economía de mercado, eran dominados por una élite totalitaria. Esta élite al final, sofocó el continuo desarrollo de la sociedad.
Pero ahora es evidente que el derrocamiento de la antigua élite burocrática en la ex URSS y Europa del Este, no ha abierto el camino al cielo. Partes de algunos de estos países han sido destruidos mientras las élites competían, cada una apoyada por diferentes potencias mundiales; alentando a explotar las divisiones entre las distintas nacionalidades. En general, en estos países una nueva élite capitalista se ha hecho muy rica, mientras que la masa lucha por la supervivencia.
En Rusia, mientras que la élite de gangster movilizó 60 billones de dólares fuera del país entre 1991 y 1996, el promedio de esperanza de vida masculina se redujo de 64 años en 1990 a 58 años en 1994!!. Aun cuando las nuevas inversiones han aumentado la productividad a niveles occidentales, a los trabajadores no se les paga a tasas occidentales, esto es cierto incluso en el este de Alemania. Con el paso del tiempo más y más se preguntarán ¿que realmente he ganado con la economía de mercado?
En todos los países los efectos de la crisis capitalista, está preparando el camino para un renacimiento de las ideas socialistas y los movimientos. Fundamentalmente, el socialismo significa un mundo en el que existe un auténtico control democrático, sin élites y donde todos los recursos del mundo son utilizados para satisfacer las necesidades y no el afán de lucro.
En el nivel más básico no hay absolutamente ninguna razón por qué hoy en día cientos de millones de personas todavía no tengan ni siquiera agua limpia, saneamiento adecuado o electricidad. La tecnología está ahí, la cuestión es que el beneficio y la dominación de la economía mundial por los países imperialistas, bloquea el desarrollo de gran parte del mundo neo-colonial. La satisfacción de este tipo de necesidades básicas debiera comenzar a transformar las vidas de millones de personas. Por razones estratégicas los EE.UU. patrocinó el rápido desarrollo de Corea del Sur, con un plan similar el resto del planeta podrían transformarse también.
Los opositores dicen que esto es utópico e imposible. Dicen que es imposible planificar la economía. Sin embargo, si nos fijamos en cualquier multinacional se puede ver que dentro de su propia estructura existe un plan económico, a pesar de que no pueden planificar el mercado exterior. Si las grandes corporaciones, a menudo más ricas que muchos países, pueden planificar la utilización de sus propios recursos; entonces la economía mundial puede ser planificada. La cuestión es ¿quien debe planificar y para que intereses?
Actualmente, 37.000 empresas, el 70% de ellas con sede en los EE.UU., la Unión Europea o Japón; controlan un tercio de los bienes privados del mundo. Sólo colocando estas empresas bajo propiedad pública y democrática, podría ser el comienzo de un verdadero plan para elevar los niveles de vida y la creación de una sociedad socialista.
Tanto individual como colectivamente, los activistas dentro del Comité por una Internacional de Trabajadores (CIT) están trabajando para ayudar a acelerar este desarrollo y desempeñar su papel en la creación de un mundo socialista.